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4G LTE
Con el cierre de las redes 2G y 3G asomando en el horizonte, muchas organizaciones se enfrentan a la difícil pregunta de “¿Y ahora qué?”. La pregunta clave que hay que hacerse es: “Bueno, ¿cuál es la aplicación?”. Es decir, cuál es el caso de uso actual o proyectado y cómo se verá afectado por la nueva tecnología LTE. Además, pregúntese dónde está hoy y dónde quiere estar dentro de cinco años; y lo más importante, ¿qué problemas empresariales está intentando resolver con las nuevas capacidades de la red?
Pronto se dará cuenta de que hay muchos elementos asociados a esas preguntas clave sobre el negocio y la tecnología que deben analizarse más a fondo:
- Ancho de banda: determine si necesita que los datos se transfieran en ráfagas o de forma constante a lo largo del tiempo; y decida si necesita transferir sólo unos pocos bytes o varios GB cada día.
- Plan de datos: evalúe si los datos se necesitarán en tiempo real, o si es tolerable un retraso de varios segundos, minutos u horas, y elija el plan más económico.
- Conectividad: decida si los requisitos de comunicación de su organización deben estar localizados en un edificio, una planta o una ciudad, o incluso en un país o en todo el mundo. Considere si debe permanecer siempre en línea, y si el tiempo de inactividad podría ponerle en riesgo de pérdida de ingresos, sanciones reglamentarias o violaciones de la seguridad.
- Entorno: evalúe si su equipo estará en un entorno controlado por el clima o al aire libre en entornos difíciles, incluso peligrosos. Determina si se dispondrá de corriente alterna o si la única opción es la alimentación por batería o solar.
- ¿Y el 5G? Por último, sopesa los pros y los contras de esperar a la 5G. ¿Desea adoptar una tecnología de vanguardia en sus fases iniciales o prefiere confiar en una tecnología de vanguardia probada como el 4G? ¿Una tecnología de vanguardia mejorará su aplicación o su rendimiento? Tenga en cuenta que el 4G también está evolucionando hacia el 5G con el tiempo.
Hoy nos encontramos en una bifurcación del camino. Un camino puede aprovechar Gigabit LTE para aplicaciones de alta velocidad en industrias minoristas, empresariales o de transporte que necesitan conectar sitios o personas con soluciones de alto ancho de banda -y mayor coste- alimentadas por la red eléctrica. El otro camino puede aprovechar 4G LTE optimizado para aplicaciones de IoT en ubicaciones industriales para conectar máquinas y otros activos críticos que requieren un ancho de banda bajo, un coste bajo y una potencia baja o de batería, como se indica en el gráfico siguiente.
Evolución de 4G LTE para IoT
Cada tecnología 4G LTE tiene sus pros y sus contras, mientras que los operadores que se plantean el despliegue de LTE-M o NB-IoT como red secundaria no hacen más que aumentar la complejidad. A continuación, se analizan las opciones tecnológicas para los dispositivos de IoT :
- CAT 1: representa una buena opción para muchas aplicaciones de un solo dispositivo IoT con alimentación de red, como señalización digital y quioscos, controladores industriales y cámaras de seguridad. Está disponible en todo el mundo donde se puede acceder a LTE.
- CAT 3/4: con el potencial de velocidades de hasta 100-150 Mbps, esta tecnología está diseñada para los routers de IoT que conectan varios dispositivos. Sin embargo, puede ser excesiva para la mayoría de las aplicaciones de un solo dispositivo IoT .
- CAT-M/LTE-M: se adapta a las aplicaciones tradicionales de tipo 2G, a los dispositivos que requieren movilidad, como los rastreadores de activos, así como a los sensores alimentados por batería IoT . Definida en 2016, aún no está totalmente disponible en todo el mundo, pero predomina en los mercados de América del Norte y América Latina y en los mercados asiáticos con una adopción temprana de LTE.
- NB-IoT: se adapta mejor a los dispositivos alimentados por batería que no requieren movilidad, como los sensores de activos fijos. Definido también en 2016, no está disponible en todo el mundo por el momento, pero se adapta a los mercados con adopción tardía de LTE, como Europa.